Al instalar un sistema de alarma en nuestra vivienda o negocio tenemos que estudiar dónde vamos a colocar cada sensor para valorar qué características tiene que tener cada uno, para así poder adaptarlo a nuestras necesidades y que nos garantice un correcto funcionamiento. Tanto el emplazamiento como qué queremos controlar es clave para decantarnos por un tipo de sensor u otro. Hoy analizaremos los distintos modelos de sensores de alarma de exterior y en qué situación se recomienda montar cada uno.
– Sensores volumétricos de exterior: sirven para vigilar áreas amplias, como patios o terrazas, alertando de la intrusión en el momento en que detectan movimiento en cualquier punto de la zona. Abarcan grandes ángulos (más de 90 grados) y varios metros lineales (entre 8 y 15 metros, dependiendo del modelo) consiguiendo cubrir grandes superficies. Combinan varios sistemas de detección, siendo los más comunes los infrarrojos.
– Barreras infrarrojas: se utilizan para controlar el perímetro de una parcela, permitiendo el libre movimiento dentro de la misma. Las distancias de las barreras pueden llegar a varios cientos de metros y cuentan con varios haces de luz infrarrojos para aumentar la fiabilidad de detección y reducir el número de falsas alarmas. Son perfectas para cubrir el acceso a un recinto sin perder la capacidad de moverse libremente por su interior sin hacer saltar la alarma. Se pueden colocar en altura y cuentan con un sistema para calibrar la precisión con la que el emisor y receptor se miran para garantizar un correcto funcionamiento.
– Magnéticos de exterior: estos sensores constan de 2 piezas que al separarse abren un contacto que activa un transmisor o alarma. Están hechos de metal para soportar las inclemencias del tiempo y tiene un cable con una funda metálica que le permite llevar la señal hasta una central de alarma o bien conectar un transmisor inalámbrico. Se suelen utilizar en las persianas de los comercios y en cancelas de exterior.
– Sensores de cortinas de exterior: estos dispositivos emiten uno o dos haces infrarrojos hacia los laterales, como si de una pared se tratase. Son perfectos para accesos estrechos como pasillos o para cubrir fachadas de edificios y se pueden regular en altura y sensibilidad, lo que influye directamente en el rango de detección del sensor.
Cabe recordar que de cada tipo de sensor pueden existir varias versiones con distintas características y prestaciones como antimasking, inmunidad a mascotas o támper antisabotaje. Si necesitas más información sobre alguno de ellos, visita nuestra web SuperInventos.com o ponte en contacto con nosotros en el 954 18 66 32.