Todavía hay muchas personas que piensan que no necesitan cámaras de videovigilancia en casa o en su negocio, pues no creen que vayan a entrar a robar, pero, ¿sabes? Las cosas ocurren, y los robos y hurtos en casas, pisos y negocios ocurren más frecuentemente de lo que nos podemos imaginar.
De hecho, el verano es uno de los periodos del año en el que más se producen, ya que los dueños de inmuebles están durante un tiempo considerable fuera de casa, momento en el que los ladrones aprovechan para hacer sus visitas no deseadas.
Por suerte, contamos con medios a nuestro alcance para impedir que suceda y que cuando lleguemos de las vacaciones nos encontremos una sorpresa desagradable: las cámaras de videovigilancia y los sistemas de alarmas, que en muchos casos tienen un efecto disuasorio.
En este artículo vamos a hablar de las cámaras y de cuáles son los mejores lugares para instalarlas.
Piensa un momento y ponte en la piel de un ladrón: ¿entrarías en una casa que sabes que dispone de un sistema de vigilancia y que puede grabar todos tus movimientos? Lo más probable es que buscaras otro objetivo más sencillo, menos arriesgado, como por ejemplo el vecino de al lado o el siguiente. Por eso, si las casas de tus vecinos están protegidas y la tuya no, deberías protegerla, para no ser el más vulnerable.
Ahora déjanos hacerte una pregunta: ¿por dónde accedes a tu vivienda o negocio? Desde el exterior, ¿verdad? Pues esta zona debe estar perfectamente vigilada para evitar que nadie que tú no quieras pueda acceder a tu vivienda o negocio. Nadie quiere ver un ladrón dentro de su casa, es la peor sensación del mundo. Siempre es preferible pararlo o disuadirlo antes de que entre.
Asegúrate de que las cámaras cubren los accesos principales (puertas y ventanas), y de que capta la menor parte posible de la vía pública, pues puedes incurrir en una posible violación de la Ley.
Si dispones de un jardín o parcela, la recomendación es la misma y, en ambos casos, es más que recomendable colocar bien visible cartelería disuasoria informando de la presencia de cámaras de videovigilancia, además de las propias cámaras.
Un consejo: evita daños a tus cámaras en el exterior instalándolas en lugares de difícil acceso pero con mucha visibilidad.
El interior de tu vivienda debe estar protegida también con la instalación de cámaras en lugares desde donde tengan una amplia visibilidad, que tenga el mayor rango posible de visión de la habitación, como las esquinas, y en aquellos puntos concretos de la estancia que permita visualizar adecuada y claramente el interior y los puntos de acceso, es decir, puertas y ventanas.
Las cámaras dispuestas en sitios visibles pueden ejercer el efecto disuasorio del que hablábamos antes, y si las combinamos con cámaras ocultas, la protección es aún mayor, así como su eficacia. Además, usando las cámaras visibles y las ocultas, evitarás posibles sabotajes.
Puedes aumentar la eficacia de tu sistema de videovigilancia acompañándolo y completándolo con un buen sistema de alarma.
Respecto al tipo de cámara que puedes usar, existen muchísimas posibilidades y lo mejor es que te dejes asesorar por nuestros profesionales en base a tu necesidad.
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